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Antes Watergate, ahora Zeitgeist

«Es la misma sociedad -y no un cuerpo elitista de profesionales del periodismo- la que verdaderamente actúa como perro guardián de los valores y las instituciones, aunque parezca hacia fuera que quienes muerden son los susodichos periodistas», José Luis Martínez Alberto

A 35 años de la renuncia de Richard Nixon una buena fuente no basta: los grandes medios son antes que nada una empresa con intereses económicos. Los periodistas ciudadanos difícilmente pueden enfrentarse a servicios de inteligencia cada vez más infiltrados y una sociedad que no reacciona frente a los engaños más evidentes, a veces incluso reconocidos.

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Las empresas periodísticas apoyan sus investigaciones a la manera de los grandes laboratorios que buscan nuevos remedios: destinan recursos siempre y cuando el producto sea rentable. Así, es común que las enfermedades que padecen un número reducido de personas continúen no tengan aún una cura y que irregularidades tanto públicas como privadas, no sean denunciadas por la prensa. Igual que en sus inicios, pero más acentuadamente, los medios periodísticos son económica y políticamente dependientes.

A diferencia de lo que sucede en otros países del mundo, en Estados Unidos el acceso a la información pública es sencillo, por lo menos la que no circula en secreto. Pero a su vez, tener más acceso a los datos que maneja el Estado no garantiza que sus ciudadanos ni sus periodistas aprovechen esa posibilidad para hacer investigaciones independientes. Excepciones hay siempre, pero que una de ellas derive en un segundo Watergate es más bien improbable. Veamos por qué.

Los grandes medios como la CNN no apoyarán ninguna publicación u emisión que no les de un rédito económico. Quizás como un ejemplo entre muchos sirva mencionar que sólo 3 medios estadounidenses (dos de ellos online) publicaron las fotos en las que el (ex) presidente George Bush aparecía completamente borracho durante las últimas olimpíadas en la capital china. No sucede lo mismo con los blogs independientes, ellos difundieron de forma viral esa fotografía porque de hecho se alimentan de la información que los grandes medios dejan afuera por autocensura o «criterio periodístico». La cuestión en este punto es que hay una diferencia abismal entre investigar el Watergate y difundir una foto.

Una buena fuente no basta. Retomando el concepto de empresa periodística, consideremos que los medios de comunicación –incluso las grandes corporaciones periodísticas- dependen de la publicidad -oficial en mayor medida- y que el mundo vive una crisis financiera de incalculables dimensiones. Enfrentarse al gobierno implicaría perder no sólo la pauta (y la bendición) gubernamental, sino también la de las empresas afines al poder de turno.

Los medios no están para combatir o defender a un gobierno; tienen como función comunicar. Pero en la vida todo es política y el periodismo y los medios no escapan a esa lógica, no se puede olvidar que cuanto más honesto es el comunicador, más honesta es la democracia. De aquí surge la curiosa dialéctica entre el periodismo de investigación y la democracia: ambos se necesitan para poder existir.

No hubo una investigación sobre el atentado a las torres gemelas, ni sobre las armas masivas de destrucción masiva en Irak. El documental Zeitgeist y varios libros propusieron que lo de las torres fue un autoatentado, pero la sociedad no se hizo eco como otrora con la denuncia contra Nixon, porque el miedo y la ignorancia, la ha corrompido.

En este contexto, sería clave la autoridad de una invetigación respaldada por grandes medios, pero como ya señalamos, todo sugiere que no repetiran la hazaña del Watergate. Para completar el cuadro, consideremos que los políticos estadounidenses ya tienen un antecedente para redoblar cuidados y los servicios de inteligencia están cada vez más infiltrados. En suma, en estos 35 años la sociedad estadounidense se ha alejado cada vez más de la verdad.

24 abril 2009 - Posted by | Uncategorized | , , ,

1 comentario »

  1. Esta nota la escribimos con JPPB, el negro.

    Comentarios por Alejandro Zamponi | 25 abril 2009 | Responder


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